«Madre no hay más que una» – Sofismas y Discriminación

La presentadora Ana Rosa es considerada «famosa», como otras muchas personas a los que se califica de «influencer» simplemente por el número de «likes» que reciben en las redes sociales.

En referencia a los últimos cambios legales, la presentadora ha dicho que aunque haya nuevas leyes, «madre no hay más que una». Esta declaración es alabada por una multitud en redes como Twitter, alguno ampliando a que esa legislación de los progres prácticamente favorce a los degenerados o violadores.

El relativamente nuevo Medium Digital supone en sí mismo un reto a los legisladores pues crea espacios nuevos donde se dan fenómenos antes desconocidos y que no pueden ser vigilados con los medios tradicionales. Un ejemlplo reciente, es el del grupo de técnicos de Israel que aprovecharon la AI (Inteligencia Artificial) para entrar en computadoras estatales de otros países y falsear resultados electorales. Este Medium permitió ciertamente a Assange desvelas secretos de Estado (wikileaks) o al mayordomo del pontífice alemán publicar secretas acciones dentro de la Curia del Vaticano. Por tanto, sería simplista condenar o alabar acríticamente todo lo que aparece en medios accesibles a todos.

El punto crítico no es el de si una cuota de audiencia televisiva añadida a ese alud de adhesiones en las redes sociales es o no garantía de su verdad, que evidentemente no lo es, sino es el impacto social, en este caso de difamación y ataque a los derechos de una minoría. En el fondo, todo el argumento de Ana Rosa es que la mayoría que condena formas de vivir la identidad «sexual» de personas con identidad «personal» diferente a la mayoritaria,, entonces claramente la nueva legislación justifica conductas que amenazan el buen estado de la sociedad, como la misma institución «familia», a la que alude con su retório término «madre».

El eco en la red Twitter, mayoritariamente está en favor de la condena a la nueva legislación. Es claro que en un estado democrático es lícito manifestar disidencia ante cambios legales. Pero en todo caso sería el Tribunal Constitucional el que tendría la última palabra. La reciente aprobación de la legislación sobre el aborto debe abrir los ojos a los que combaten no sólo las leyes sino también los derechos de las minorías. En la era Merkel, conocida por su actitud contraria a reconocer iguales derechos a esas minorías, ciertamente se aprobo que en el Documento de Identidad, ahora se distinguen en la categoría de género, el masculino, el femenino y «otros». Pero en la nueva legislatura ya se está preparando un cambio en la misma Ley Fundamental, su Constitución, que afirme que todas las personas gozan de los mismos derechos civiles sea cual sea su identidad personal.

El caso más cuestionado es el de las personas Trans, y aquí la discusión en los medios, mayoritariamente conservadores, incluso llega a afirmar sin prueba alguna que el aumento de consultas de jóvenes sobre este tema aumenta constantemente por culpa de la campaña agresiva contra la moral tradicional que mueven los movimientos organizados de esas minorías. En esa crítica se silencian hechos como el de que hay más niñas y jovencitas que niños y varones que desean vivir una identidad personal diferente a la que aparece en sus órganos externos. También se da por contado que el horizonte vital en que surge el deseo de esos cambios es puramente el de la actividad sexual, e implícitamente se admite la condena de la parte de la Iglesia mas conservadora a todo sexo donde su busca placer y no directamente reproduccion. Los propagandistas reaccionarios callan, o simplemente desconocen por falta de interés en lograr información más completa, que en el actual sínodo de los católicos alemanes ya se ha conseguido la aprobación episcopal para terminar con toda la anterior discriminación a divorciados y colectivos de diferente identidad de género. El cardenal Merz, arzobispo de Munich incluso convocó en la catedrál a esos grupos y pidió perdón por siglos de condena y discriminación a esos fieles que simplemente tienen otra identidad y voluntad de vivir en forma diferente a la mayoría.

En Bonn participe a comienzos de los años 70 en un seminario de doctorandos del profesor Honnecker, de Etica teológica en la Facultad de Teología Evangélica-Luterana. El tema central era el del combate por los derechos de las minorías. El ejemplo de Martin Luther King estaba muy presente y hoy se reconoce que marcó el punto de inflexión en la sociedad estadounidense en favor de los mismos derechos a las minorías étnicas. En la Republica Federal apenas si se había debatido ese tema del derecho de las minorías, a pesar de que ya había millones de trabajadores extranjeros. Sólo se había modificado el calificativo «Fremd» (extraño o lejano) por el de «Gast»-Arbeiter (es decir: trabajadores «huéspedes») invocando la virtud de la hospitalidad. La propuesta de estudiantes de teología y de numerosos eclesiásticos de ambas confesiones hecha a las autoridades eclesiásticas, de que también se incluyera al Islam, como ya se hacía con los rabinos judios, en la formación obligatoria de sus ministros, como los predicadores en las mezquitas, una formación pagada por el Estado, fue rechazada por las autoridades de ambas grandes iglesias alemanas. Despues de iniciarse el terrorismo yihaddista muchos lamentan no haber tomado medidas que al menos habrían impedido que predicadores fanáticos e ignorantes interpretaran como mandato divino asesinar a los que no participaban de su forma de pensar, incluyendo en este caso a la mayoría islámica que es sunnita y no chiita.

Este ejemplo de discriminación, es decir, de no reconocimiento de los derechos de personas «diferentes» pone de manifiesto que la Sociedad actual todavía está lejos de comprender que no se es demócrata sólo por dar un voto cada x años a los representantes de un partido, sino que se trata de que la sociedad defina sus instituciones y su cultura de fondo, que Castoriadis consideraba y definía como compartir «imaginarios sociales», a un nivel más profundo, como es el de la Etica respecto al Derecho, de modo que en esa sociedad se valore ante todo el derecho de la persona, independientemente de su identidad personal o medios materiales de que disponga.

La actitud de agresividad contra esta minoría suele ir acompañada por el mismo o mayor rechazo a los derechos humanos de los inmigrantes. En el caso de los partidarios de VOX, simplmente se usa la mentira. Como cuando afirman que durante la dictadura franquista en España se vivía mejor. Al parecer desconocen totalmente las cifras estadísticas facilitadas por los mismos funcionarios de aquella dictadura. Por ejemplo, el hecho de que el nivel de vida y poder adquisitivo del español en 193i6 donde aún se sufrían los efectos de la Gran Depresion de 1929-30, sólo se recuperó en 1957. El rechazo a condenar la agresión de Putin a Ucrania, que la ONU volvió a rechazar con clarísima mayoría, va unido al Negacionismo del hecho de que el calentamiento global actual, con sus secuelas catastróficas de inundaciones, ciclones árticos, sequías histsóricas etc. es efecto sobre todo de la emisión de dióxido de carbno.

En realidad al atacar a estas minorías que sólo piden gozar del mismo derecho de la mayoría a vivir libremente su identidad «personal» (que incluye pero no se limita a sus opciones sexuales), los ultraconservadores desvelan que son ellos mismos los que tienen un problema básico: la ignorancia, ademá voluntaria.

Entre los avances científicos, no sólo está el desarrollo de todo lo ligado al dominio técnico en el mundo digital, sino también al de la Neurociencia y sus distintas especialidades. Y este desarrollo es también apoyado por el avance de las técnicas digitales.

El cerebro humano tiene aproximadamente cien mil millones de neuronas y unos diez billones de sinapsis. Es decir, un funcionamiento de complejidad superior a todo lo imaginable técnicamente. Y un resultado de la investigación en Neurociencia unida a la investigación médica es que en el ser humano no hay conductas reducibles a un puñado de variantes, o en el caso de género y sexualidad a sólo las variantes masculino y femenino. Ya se conocía que biológicamente no sólo incluso hay individuos andróginos, sino también distintas combinaciones de cromosomas XY de que en gran parte depende el modo de vivir la sexualidad. Tambien se sabía que hay todo un abanico de variantes de producción de hormonas . Y lo que que va descubriendo la neurociencia al explorar cómo se actúan circuitos cerebrales durante una actividad sexual nos muestra que este dominio hay todo un inmedible abanico de posibles formas de vivir esa actividad. El abanico de sexualidad es pues comparable al del espectro de variantes condicionantes del modo de comunicar, como sucede en el TEA, Transtornos del Espectro Autista.

Por tanto el invocar como argumento biológico la simple diferencia de órganos visibles de mujer y varón es sólo una simplificación no científica del tema. No hay nada más atrevido que la ignorancia. y como ya lamentaba el Eclesiastes, desgraciadamente, lo más usual en los seres humanos es vivir al margen de toda forma de sabiduría (la afirmación de que el número de los necios es infinito no es bíblica, sólo fue un añadido del traductor, pero sí responde a la intención del autor).

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